Hay que ver, la capacidad que llegamos a adquirir
para ser capaces de disimular el miedo que pasamos
y ser capaces de reirnos
para la foto procurando transmitir tranquilidad a
quien tiene que pasar por el peor trance de su corta vida.

La foto, cuyo autor es el "cuñao", corresponde a momentos antes de la intervención de peritonitis de Carla, 10 años.

Os puedo asegurar que estábamos para todo menos para fiestas y risas, pero la responsabilidad obliga y la única manera de tranquilizarla y darle seguridad era hacer el paripé como si no fuera con nosotros la cosa.

Las sensaciones que te produce este teatro, son contradictorias; de una parte el deber cumplido, de otra la sensación de haber mentido a quien no se lo merece, aunque sea por su bien.

Finalmente todo salio bien, en estos momentos diez días después, se recupera satisfactoriamente en casa, aparentemente sin complicaciones y sobre todo sin haber sufrido ningún trauma por la experiencia, esperemos que todo siga así.

Que fragiles somos........

Durante gran parte de la vida, nos empeñamos en ver a nuestros mayores como inagotables, infalibles e inasequibles a las enfermedades.- Nos parece que nunca ha de llegar el momento en
el que se cansen, se equuivoquen o caigan enfermos.-
Por eso el dia que llega todo ello, se nos caen todos los valores que nos han enseñado, y ponemos en duda toda su realidad.- Empezando en ese momento nuestra percepcion de la realidad, dando lugar a nuevos valores o los mismos pero vistos desde otro punto de vista que no es ni mejor ni peor, pero que en todo caso es nuestro.
Que mala es la pre-adolescencia para todos y que fragiles nos volvemos, empezando por nuestra paciencia.
Nunca estaremos seguros si lo hacemos bien, solo nos cabe confiar en nuestro buen juicio.